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PERDONAR EN 3 REFLEXIONES
- septiembre 28, 2023
- Posted by: Sanar esta en Mi
- Category: Sanar
REFLEXIÓN 2 – PERDONAR CON GRATITUD
Ya exploramos la idea de que para perdonar hay que soltar el pasado. Para ello, lo primero sería empezar a observar mis pensamientos y emociones.
Sí, has leído bien, “observarlos”. Al hacer este ejercicio me doy cuenta de dos cosas:
1 – No soy mi mente. Si puedo observar a la mente quiere decir que soy algo distinto. No soy mis pensamientos pues puedo separarme de ellos y mirarlos con cierta distancia, identificarlos, cuantificarlos, analizarlos, etc.
2 – No soy mis emociones. No identificarme con mis emociones es un poco más difícil, pero si observo primero mis pensamientos, prestando mucha atención puedo darme cuenta de qué emociones los acompañan y de nuevo ver que no soy mis emociones, soy algo más.
Y entonces ¿quién es el que está observando? Hay algo más grande que mi mente y más grande que mis emociones que los puede mirar y no solo eso, ese observador puede relacionar cómo lo que sucede con uno afecta al otro. Al descubrir al “observador” dentro de mí me sitúo en el control de mando de mi vida.
Para hacerlo mas claro: si mi cuerpo fuera un avión, mi mente sería el piloto y el observador (que también podemos llamar consciencia o ser superior), la torre de control. En la torre de control está mi verdadero ser.
La mente es una maravillosa herramienta que me permite razonar, aprender, planear, etc. Pero si la dejo sin conductor puede empezar a causar destrozos. La mente no deja de crear pensamientos ni un segundo del día o de la noche, y cuando está a la deriva crea cualquier pensamiento, aunque este no me sirva de nada o incluso me haga daño.
Las emociones por otra parte, se sienten en el cuerpo. Mi cuerpo siente de manera física cariño, temor, alegría, enojo, etc. Es por un lado la antena a través de la que recibo la información del entorno mediante los cinco sentidos físicos y los sentidos metafísicos (o intuición), y por el otro es el encargado de dar respuesta física a aquellos estímulos de acuerdo a lo que la mente interpretó de ellos.
Si la mente interpreta un estímulo como agradable, el cuerpo produce endorfinas y serotonina relajándose y sintiéndose alegre y positivo. Si la mente decide que un estímulo es adverso produce otro grupo de hormonas y neurotransmisores para que el cuerpo actué en consecuencia.
Cuando mi mente me trae recuerdos del pasado y los imagino vívidamente, el cuerpo vuelve a producir las sustancias acorde al evento y se vuelven a producir las mismas emociones tal y como si el suceso se estuviera produciendo en el presente. Re-sentir ¿Recuerdas?
Yo puedo elegir mis pensamientos, puedo decidir qué pensamientos me hacen bien y cuales no. Puedo ordenar a mi mente que pare en seco cuando observo a un pensamiento oscuro y obsoleto surgir, y decidir no sentir de nuevo las emociones caducas que este me trae.
Está en mi decidir qué pensamientos tener acerca del pasado. Puedo permitir a la mente que vuelva a proyectar una y mil veces la misma película que me deja sintiéndome devastado, deprimido o enojado cada vez, o puedo crear de manera activa pensamientos nuevos y luminosos respecto a ese mismo pasado.
¿Cómo hacerlo? Encontrando el lado positivo de lo que ese pasado me ha traído. Toda experiencia, no importa cuán terrible y dolorosa haya sido, me ha dejado algo; más sabiduría, algún aprendizaje, una oportunidad, etc. De esta manera puedo ver en aquella situación difícil un escalón más para llegar a un mejor lugar y en quien me ha causado alguna pena o desazón a un maestro.
El toque final para transformar ese pasado doloroso en mi riqueza personal es la gratitud. Al momento que me hago consciente de lo bueno que el pasado me ha dejado se desencadena en mí un profundo sentimiento de gratitud por las experiencias vividas que forman parte de mi camino, que ahora me hacen sentido y que son parte de lo que soy.
Si me rindo ante ese sentimiento de gratitud, el perdón surge entonces naturalmente y sin esfuerzo, no por un acto magnánimo o porque haya olvidado lo sucedido sino porque lo he reinterpretado.
Sanar esta en MÍ
Namasté
Para ilustrar esta publicación:
“Nada es verdad, nada es mentira. Todo depende del cristal con que se mira”.
(W. Shakespeare)