La aceptación es la disposición a dejar ir la percepción del ego y las expectativas en aras de una mayor realización personal.La práctica del Yoga está enfocada en lograr esto, no solo en la práctica sobre el tapete, en donde nos pide que la relación con nuestro cuerpo y sus posibilidades sea completamente amorosa y transparente, sino más allá del tapete, en nuestro quehacer cotidiano, en la forma en que nos relacionamos con todo y con todos para que vayamos permitiendo que la vida fluya más naturalmente.
Yoga pide que traigamos nuestra plena conciencia en este momento en el que estamos; centrándonos en nuestra respiración, nos permitimos ser uno con la postura que estamos practicando, aceptando todo lo que esta postura nos brinda como oportunidad para aceptarnos tal cual somos hoy y ahora. De esta manera, yoga nos está enseñando aceptación. Para aceptarnos a nosotros mismos como somos y aceptar cada momento tal como es.
La aceptación elimina fallos y permite observar y observarme sin juzgar. Al aceptar, nuestro cuerpo y todo nuestro ser respira con alivio, y así se deja llevar y relajarse más. Naturalmente, convirtiéndose en uno con su verdadero yo. Cuando logramos aceptar, soltamos el control y la energía comienza a fluir con mayor libertad, tanto nuestro cuerpo físico como en todos los ámbitos de nuestra vida, y ese es el gran poder de la aceptación.
Porque Sanar está en mí
